Investigación 2018
Estudio de la vivienda social, innovación y tecnología: Cusco y Trujillo. 2000-2015
La vivienda social e innovación tecnológica frente al cambio climático en ciudades intermedias del Perú está estrechamente ligada al tema de la adaptación urbana al cambio climático. Existe un amplio consenso respecto a que el cambio climático global es inevitable. Los impactos de este fenómeno se manifiestan, entre otras formas, en un aumento de las temperaturas anuales medias, efectos que también afectan a ciudades en América Latina. Dado que América Latina y el Caribe es una de las regiones más urbanizadas y cuenta con varias grandes ciudades, el ámbito urbano, específicamente los barrios de interés social y asentamientos informales, representan casos de estudio importantes por ser los más vulnerables en lo social, económico, físico y ambiental frente al desafío de disminuir las islas de calor urbanas.
Otro fenómeno importante que también tiene impacto sobre el aumento de las islas de calor es la urbanización global. Más de la mitad de la población mundial actual vive en ciudades; hace cincuenta años correspondía aproximadamente a un 30% de la población y cien años atrás a un 10%. Se espera que para a década del 2050 la población urbana total aumente un 75% respecto a las cifras actuales. El proceso de urbanización está estrechamente conectado con el cambio climático que impacta a las áreas urbanas de maneras múltiples. Se da una relación de doble vía entre emisiones de gases de efecto invernadero y las ciudades. Por un lado las ciudades muestran emisiones importantes de este tipo y por ende contribuyen al calentamiento global, por otro lado muestran importantes posibilidades de reducción de este tipo de gases a través p. ej. de un adecuado uso de suelo y mayor eficiencia de energía a aprovechamiento de recursos.[1]
Estimaciones oficiales para América Latina indican que la población urbana actual ya se encuentra cerca al orden del 80%. En el Perú es precisamente en algunas ciudades intermedias de la costa norte donde en las últimas décadas se vienen registrando un acelerado crecimiento demográfico. En el caso de la ciudad de Trujillo de clima árido por su escasa precipitación efectiva (menor de 16mm según SENAHMI), salvo los que resultan de los efectos del FN, ésta se encuentra expuesta a fenómenos asociados al cambio climático principalmente: riesgo de inundaciones, calor extremo y otros fenómenos. Aunque el cambio climático es mayormente enfocado como un problema ambiental, corresponde esencialmente a un problema de desarrollo estructural con impactos en la población y sobre todo en barrios vulnerables.[2]
El crecimiento de la población en las ciudades trae consigo transformaciones económicas, sociales y ambientales del territorio lo que amplía la demanda de servicios de salud, educación, vivienda y saneamiento, ocasionando además impacto ambiental. Si la gestión urbana no es eficiente frente a estos procesos se genera un aumento en la contaminación y degradación del medio ambiente, junto con patrones de producción y consumo no sostenibles a largo plazo[3]. A nivel mundial, en 1950 sólo el 30% de la población residían en áreas urbanas, para el 2014 era el 54%, estimándose que para el 2050, el 66% de la población habitará en zonas urbanas[4]. En América Latina y el Caribe, la población urbana sigue esta tendencia: pasó del 41% en 1950 al 80% en el 2014[5]. En este contexto en el Perú, en 1970 la población urbana era el 58% del total de peruanos (INEI, 2002); mientras que para el 2014 se estima que el 76% de la población vive en zonas urbanas (INEI, 2009). En la región La Libertad se observa un comportamiento similar, para 1993 la población urbana representaba el 68.5%del total del departamento, pasando según el Censo del 2007, al 75.4% la población en área urbana, estimándose que para el 2014 sería de 77.7% (INEI, 2009).
Precisamente las condiciones de vida de la población son afectadas por el cambio climático, siendo uno de sus fenómenos el calentamiento de la superficie tanto terrestre como del mar, que se está produciendo a una mayor velocidad en las últimas décadas. La proyección anual al 2030 del SENAMHI[6] muestra un incremento de hasta 1.6 °C de la temperatura máxima, y de 1.4 °C de la temperatura mínima respecto de la temperatura actual en el territorio nacional. Se estima que los mayores incrementos se presentarían en el norte del país, así como en la sierra central y sur. Particularmente en la región La Libertad, en el período 2016 -2021, el incremento de la temperatura mínima anual será de hasta 1.6°C en promedio respecto a la temperatura actual del territorio de la región. Asimismo, se registra una variación de hasta 0.8°C para la temperatura máxima, especialmente en la provincia de Bolívar y la provincia de Sánchez Carrión. En relación a los riesgos que enfrenta la población de La Libertad como resultado del cambio climático, según el Ministerio del Medio Ambiente (2015), más de 449 mil pobladores están expuestos a deslizamientos y cerca de 819 mil a inundaciones, siendo la provincia de Sánchez Carrión la que tiene mayor cantidad de población expuesta a deslizamientos (135 402), y Trujillo, la provincia que presenta el mayor número de población expuesta a inundaciones (553 218).
Es por eso la necesidad de promover posibles medidas para alentar la adaptación de barrios de interés social que pudieran integrarse a políticas públicas en vivienda social con un enfoque integral. La planificación urbana y la planificación de barrios juegan un rol importante, pues p. ej. la falta de patrones de zonificación y construcción sostenibles dificultan la adaptación de la vivienda, el equipamiento, el espacio público, la infraestructura vial hídrica y eléctrica. Por ello es importante entender la adaptación de barrios de interés social en el marco de programas de desarrollo, acciones institucionales y programas sectoriales que consideren un enfoque multidimensional que integre de las posibles medidas de adaptación al cambio climático con problemas urbanos en las dimensiones económicas, sociales, culturales y ambientales.[7]
Par abordar la dimensión del ordenamiento territorial en este estudio[8], nosotros lo entendemos como el conjunto de saberes que permiten transformar y adaptar de manera voluntaria los espacios geográficos, a escalas que sobrepasan a las de las edificaciones, en beneficio de las sociedades que las producen y ocupan.[9] El ordenamiento territorial de ciudades (llamado también ordenamiento urbano) trata, entre otras, cuestiones ligadas a los problemas sociales y políticos, ligadas al desarrollo de las ciudades, la cuestión del hábitat (entre ellas el hábitat social), el de la ocupación de zonas industriales, la necesaria restructuración y reconstrucción de espacios urbanos. Estas cuestiones que abarca el ordenamiento territorial, necesita de competencias múltiples, como la economía, la sociología, la medicina higienista, la geografía, la arquitectura, la ecología, etc. Se puede decir que es el urbanismo, la disciplina que entrecruza estas competencias.
Esta definición del ordenamiento territorial y sobretodo del ordenamiento urbano o del urbanismo, nos plantea un primer reto teórico-práctico: cuál es el rol en los territorios donde existe una ciudad intermedia, que interactúa, social, geográfica y económicamente, a un espacio rural. Por otro lado, desde la dimensión de la sociología y de la demografía, se plantea un segundo reto: cómo las diversas acciones locales y nacionales, han contribuido a un planeamiento enfocado en la cuestión del hábitat, y de manera más precisa, al tema de la vivienda social. Ahora, conscientes de los fenómenos naturales que se producen por el cambio climático, se plantea un tercer reto: cómo el planeamiento urbano (si existe en estas ciudades intermedias) emprende acciones o reajustes al desarrollo de las ciudades, que puedan ser adaptables o tomadas en cuenta para un urbanismo y una arquitectura sostenible y resiliente. La aproximación a una respuesta de estos tres retos teóricos planteados, permitirá entender la construcción de una noción de hábitat social en Trujillo.
En este estudio sobre la ciudad de Trujillo nos vamos a referir a las posibilidades de adaptación de aquellos barrios realizados a partir de políticas públicas de vivienda, ENACE de la década de 1980 y recientemente Techo Propio-AVN, ambos planificados por arquitectos y completados informalmente por sus habitantes en el tiempo. Partimos de un análisis de los obstáculo y oportunidades de la adaptación urbana al cambio climático en esa ciudad para luego presentar lo analizado hasta la fecha.
[1] Krellenberg; Jordán; Rehner; e.o. (2013), pp. 7-8
[2] Ibid. p. 8
[3] ONU, 2014, pág. 17, citado por Gobierno Regional La Libertad, 2016
[4] ONU, 2014, pág. 7, ibid.
[5] ONU, 2014 ibid. y BID, 2011
[6] SENAMHI (2009), citado por Gobierno Regional La Libertad, 2016
[7] Ìbid.
[8] En España se suele usar el término: ordenación del territorio
[9] Jacques Lévy y Michel Lussault. Dictionnaire de la géographie et de l'espace des sociétés (2003). Francia: Editions Belin
INFORME DE INVESTIGACIÓN
Código del Proyecto: FAUA-F-1
Equipo de Investigadores:
- Dra. Arq. Patricia CALDAS TORRES (jefa del equipo)
- Dra. Soc. Edith ARANDA DIOSES (co-investigadora 1)
- Mag. Arq. Christian O. DONGO FERNÁNDEZ (co-investigador 2)
- Estudiante Samy Misaico Chávez (co-investigador 3)
Realizado el 26 de agosto del 2018